Aquellos vikingos piratas en Liendo

Leyendas.- Cuenta la leyenda que, en una tarde del mes de julio, estaban los pastores y vigías, Romualdo y Robustiano, haciendo silbos para regalar a las zagalas y las hijas de sus amos en la Peña de San Julián.

En esto que vieron en la lejanía al menos cincuenta velas cuadradas acercarse por la parte de Castro Urdiales. Los pastores vigías gritaron asustados al percatarse que se trataba de “piratas” vikingos. Bajaron corriendo del monte anunciando su presencia para dar cuenta a Berengario de las Cabadas, Presidente de la Junta de Vezio (Seña).barco_vikingo_liendo

Al amanecer los vikingos saltaron a la playa de San Julián y su jefe Tancredo entró en la ermita del santo del mismo nombre, habitándola para uso personal y mandando celebrar Consejo de Guerra, para la Paz.

Se reunió el jefe visitante con el Duque en el Palacio de Ruamayor de Laredo. Tancredo deseaba amistad y fundar una colonia vikinga, a fin de que sirviera de estación transitoria y añadió:

“Quiero que mi pueblo de guerreros se identifique con los pacíficos habitantes de Liendo, tomado a las mujeres del Valle, no como señoras, ni para nuestras delicias, sino como compañeras de vida, continuando las proverbiales y sanas costumbres de la tierra en donde deseamos establecernos por siempre”.

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